Este sábado hace ya 3 meses que ando por el norte. No me
atrevería decir por encima del muro, porque eso es Nortalia, y allí es David el
que está en la Guardia de la noche, así que no le quitaremos su labor. Y como
bien dice el Bhagavad Gita: “De todo ser que nace, le dice, hay muerte cierta,
y de todo el que muere nacimiento cierto.”, y lo mismo pasa con el Erasmus, que
de todo inicio, hay final cierto.
Estas semanas, y tras haber acabado los exámenes, la gente
ya vuelve hacia sus casas. La semana pasada, Jenny y Samuel se fueron hacia sus
respectivos países, y esta semana han sido Diana, Laura, Alex y Husse. Cada vez
queda menos gente, pero no cosas por hacer, hay un mundo por descubrir, y hasta
que no vuelva, seguiré aprovechando cada oportunidad que tenga para viajar.
El proyecto va avanzando, aunque esta semana me encontré con
algunas dificultades. No todo puede salir bien a la primera, así que tras
replantear el código de la aplicación, he llegado a una solución que creo que
debería funcionar. En breves deberé tener una aplicación que funcione para
aprovechar el verano documentando, ya que a pesar que en Suecia la universidad
no me exija el proyecto por escrito, el profesor quiere tenerlo y en la UPC tendré
que presentarlo, por lo menos, en papel.
El jueves, y haciendo honor al inicio del verano, era el
último Kraval. Y haciendo honor a la última hora, podré decir que habré
asistido a dos, a mi primer y último. Y a falta de entrada, porque me enteré tarde
que la cola era el lunes pasado, y además estar en Polonia, uno lo que hace es
colarse. La pulserita de entrada se cuela por la valla, y que vayan pasando. La
fiesta está bastante bien, aunque parece ser que hay menos gente que
habitualmente, y eso que estaban todas las entradas vendidas.
El día 6 de Junio, es el Día nacional de Suecia, en el que
se celebra:
- Proclamación de Gustav Vasa como rey de Suecia
- Promulgación del nuevo gobierno
- Restablecimiento político
- Firma de la Constitución
Parece ser que se esperaban a esta fecha para hacer estos actos,
porque anda que es coincidencia. O eso, o los tienen engañados. Y como diría
Einstein, “no estoy seguro de la primera”. Lo más
curioso de todo es que la zona de Gamla Linköping se llena de gente y la zona
de Valla, donde están las granjas, se llena de familias haciendo picnic. Parece
mentira que viva tanta gente en esta ciudad, se habían estado escondiendo todos
muy bien.
Los fines de semana de Junio me esperan visitas, así que
tendré que empezar a planear las actividades a hacer con cada uno, así que
mientras unos vuelven a casa, otros vienen a verme. Gonzalo y Edu, os espero
con los brazos abiertos, pero sobretodo y más importante, con un colchón.
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