Cuando uno lleva ya unos cuantos meses, y ve que la economía se puede sostener con un pequeño margen de beneficio, va poco a poco dándose pequeños caprichos. Aprovechando también que se han podido recoger beneficios sobre lo presupuestado en los meses anteriores, uno se puede permitir el lujo de cocinar sólo con aceite de oliva. Y es que cuando uno pone el aceite de oliva a calentar, ya sabe que aquello va a saber diferente, va a tener un toque mediterráneo que no hubiera tenido per se. El lunes di una de mis últimas visitas como turista por Estocolmo. Gonzalo se iba, y aprovechando que su vuelo era tarde, fuimos por la mañana a disfrutar de la capital sueca. Y digo como turista, porque a la llegada de Edu el sábado, me gradué finalmente como Guía turístico en Castellano y Catalán de la ciudad de Estocolmo. Empiezo a conocerme más las calles de Estocolmo que las de Villena, y eso ya es decir (ni que Villena fuera Nueva York). Obviando los temas banales como el fútbol, que y
"La vida es aquello que pasa mientras planeas tu próximo viaje" por Pablo Insa Iglesias