Tras sonar varias veces la alarma, entra mi padre a la habitación: "Ya son las 9". Así que toca levantarse y acabar de guardar la bandera y unas libretas en la mochila. Cargado con una maleta apurada en peso y una mochila que hace más de ancho que de largo, nos dirigimos al aeropuerto mis padres, mi abuelo y Betty.
Intento facturar en Iberia, ya que son más permisivos con el peso, pero solo facturan a Madrid, así que tocará ir a Vueling. 23,5kg, y en Vueling si no recuerdo mal son 20kg, pero la azafata o no se ha dado cuenta o hace la vista gorda. Finalmente, tras despedirme de mis padres, abuelo y Betty, paso el control policial hacia mi nueva aventura de 6 meses.
En el avión me pongo al día de varias series, mientras me despido de las playas de Cunit. Tras echar una cabezadita, el paisaje ha cambiado totalmente. Ahora sólo hay nubes, está todo nublado. Cuando el avión se abre paso entre las nubes, se ve un paisaje en blanco y negro muchos bosques cubiertos de nieve y pocas casas. El piloto avisa que en Estocolmo están a 2º. Cargado con mi mochila, bajo al aeropuerto. Parece ser que aquí no hay muchas suecas, porque no destacan bellezas por ningún lado. Consigo llegar a la estación del tren que me lleve a Estocolmo. WiFi everywhere. Informo que ya estoy esperando al tren y decido salir a dar una vuelta por Estocolmo, pero la lluvia y mi pesada maleta me recomiendan quedarme en la estación.
Una vez en el tren, las informaciones sólo son en sueco, cosa que supone un pequeño problema. En principio sólo distingo los nombres de las ciudades, y porque me sonaban de haberlas leído antes. Durante el trayecto, se anuncia "ninxoping". Dos ciudades que parecen tan diferentes como Nyköping y Linköping, a la hora de pronunciarlas son casi idénticas. Una señora me confirma que se trata de la primera, así que tocará esperar hasta mi destino, al que llegamos tras pasar por Nörrkoping.
Finalmente, bajo en la estación de Linköping. Ahora toca buscar el bus número 3 que me lleve a la universidad. En la parada marca 22 minutos así que tocará esperar. Por la calle, hay piedrecitas para cuando hiela que la gente no resbale, pero destroza las ruedas de la maleta y no me deja poder llevarla bien.
Sobre las nueve de la noche, llego al que será mi hogar durante 6 meses. Niklas me fue a buscar las llaves por la mañana y así hoy podré dormir en mi cama. Por suerte, el anterior inquilino me ha dejado edredón y cojín, aunque me tocará comprarme uno mas duro.
Acomodo las 4 cosas que necesito, y me tumbo a dormir. Por hoy ya ha habido suficiente.
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