Cuando uno se quita las ruedecitas laterales y prueba por primera vez ir a dos ruedas, la poca decisión y el miedo a fracasar hace que uno no coja la suficiente velocidad para estabilizarse sobre la bicicleta. Si además de no llevar suficiente estabilidad, le añadimos ser un tanto bajo y no llegar apenas a los pedales, la estabilidad sobre una bicicleta es prácticamente nula. Pues si bien uno no puede hacer nada con la segunda opción, ya que cada uno crece lo que puede, parece ser que a Betty no le acabó de quedar muy claro el tema de la velocidad. Tras un intenso lunes y martes de trabajo, el martes por la noche llega Betty a Linköping. El miércoles, aprovechando que la parada del bus está en la universidad y es más rápido ir sobre dos ruedas, intentamos llegar hasta la parada sobre dos ruedas, pero una pequeña subida hace frenar a Betty, que acaba cayéndose de la bicicleta. Por suerte, sólo ha sido un susto, y pasamos nuestro día en Norrköping con normalidad. Lo bueno de
"La vida es aquello que pasa mientras planeas tu próximo viaje" por Pablo Insa Iglesias